jueves, 28 de septiembre de 2017

Noches largas...

Hay noches largas.
Noches muy largas.
Y luego están las noches que se te hacen eternas y en las que deseas con todo tu corazón que Allah traiga la luz del sol.
Que suene el despertador. Que se oiga de fondo el ruido de las mochilas de carro de los niños que se apresuran a la entrada del colegio. Que comience el tráfico, con los más impacientes pitando al volante y los avisos del silbato del agente que dirige semejante caos.
Ruido, mucho ruido. 
Eso es lo que hay durante el día, por eso hay menos lágrimas. Porque no somos capaces de oír los lamentos de nuestro interior.
Sin embargo, cuando el cielo se apaga, cuando las calles enmudecen y todos duermen, te es inevitable escuchar a tu alma.
El eco que retumba desde ese vacío tan profundo, puede llegar a ser ensordecedor.
De noche, en silencio, duelen más las penas. Se hace más profunda la tristeza. La ausencia de algo o alguien en nuestras vidas nos hace revivir con nostalgia cada momento de felicidad a través de los recuerdos.
Pero recuerda, que cuanto más se intensifique la oscuridad de la noche, más cerca estará el amanecer.
Es cuestión de horas. Aunque las horas no siempre duran lo mismo. El tiempo es muy relativo cuando se trata de sentimientos.
Haz que esas horas amargas, se conviertan en un acto de adoración, y que al final de la noche, dejen en tus labios un dulce sabor.
Haz de tus lágrimas, acercamiento y devoción.
Llórale a Él, ﷻ, a Aquél que te creó.
Haz de Su recuerdo un bálsamo para calmar tu dolor.
Pues solo Aquél en cuyas manos se encuentra la sucesión de la noche y el día, es capaz de reemplazar en tu corazón la tristeza por la alegría.

sábado, 23 de septiembre de 2017

El dolor de abandonar un sueño...



Hace más de cuatro años que decidí dar un paso más hacia la complacencia de Allah, comenzando a usar el niqab.
Rápidamente se convirtió en parte de mí, y quizá no lo comprendáis, puede que desde fuera se vea como un simple trozo de tela, pero juro por Allah que es mucho más. Era un sueño que Allah me facilitó e hizo realidad. Mi entorno rápidamente lo asimiló y hasta los más pequeños de la familia, se acostumbraron a él.
También me ha tocado soportar miradas incómodas, ofensas, comentarios bordes y hasta insultos; pero siempre intenté mantener la compostura y no perder la paciencia, pues ante todo sabía que lo que llevaba encima era una prenda demasiado honorable como para mancharla con un vulgar carácter.
Lamentablemente, todo comenzó a torcerse en los últimos meses.
Los musulmanes alrededor del mundo estamos viviendo uno de nuestros peores momentos, nos señalan y culpan de crímenes que nada tienen que ver con nosotros y de los que nuestra bella religión es totalmente inocente.

La tensión se ha hecho notar en las calles.
El miedo y el odio eran palpables. Y en el fondo, lo comprendo.
Entiendo que a una persona se le pasen mil cosas por la cabeza al tener que montarse en un ascensor con una persona a la que no se le ve el rostro.
Quien me conoce, solo me veía a mí, a Randa, la de siempre pero con un niqab.
Pero ante quienes no me conocen de nada, era una amenaza, era intranquilidad, era inseguridad...
Por estas razones y algunas más, es que finalmente me he visto en la obligación de tener que dejar de usarlo.
Me ha costado muchas lágrimas y noches de insomnio tomar esta decisión, y sé que las lágrimas me acompañarán durante un tiempo.
Duele tener que abandonar un sueño, duele mucho.
Dejo parte de mí, guardada en un cajón.
Me ha visto sonreír en los momentos más felices y bellos de mi vida, al igual que ha secado mis lágrimas en los momentos más difíciles.
Y pensaréis que estoy loca por hablar así de un trozo de tela. Pero hablo así porque para mí tenía vida, tenía alma, como cualquier acto de adoración.
Después de mi primera salida hoy (primer viernes del 1439) sin niqab, al regresar a casa, lo encontré sobre la cama, y sentí que el corazón se me hacía pedazos, Alhamdulillah por todo.
Sé que cada vez que me cruce por la calle a una mujer con niqab, mi corazón latirá de forma diferente. Y no por miedo como le ocurre a mucha gente, sino porque sentiré como se apodera de mi alma una mezcla de nostalgia y tristeza...
Esa es la razón por la que he decidido escribir estas líneas.
Quiero ahorrarme explicaciones innecesarias sobre una decisión personal. Quiero ahorrarme dolor. Quiero ahorrarme lágrimas inesperadas cuando me quede sin voz para explicar cómo me siento.
Un abrazo y todo mi apoyo a todas y cada una de las mujeres alrededor del mundo que diariamente se tienen que armar de paciencia para salir a la calle usando hiyab/niqab cubriendo sus cuerpos con el único propósito de complacer exclusivamente a Aquél que lo creó.
Alhamdulillah 'ala kulli hal.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Allah es suficiente como testigo

"Dios es suficiente como testigo".☝️
(Corán, 4:79)

وَكَفَىٰ بِاللَّـهِ شَهِيدًا

(Wa kafaa biLlahi shahída).

Allah es suficiente como testigo, y esta realidad, dependiendo de tus actos, debería atemorizar o tranquilizar tu alma.

Si tus actos no son más que dardos envenenados buscando herir un corazón, si tus palabras no son más que un puñado de mentiras para calumniar y desprestigiar el nombre de alguien...entonces teme a Allah como testigo. 

Si por el contrario tu alma es capaz de regalar flores a quien le lanza basura, es capaz de perdonar, es capaz de mantenerse leal a pesar de las traiciones e incapaz de buscar venganza...entonces tranquilízate al saber que tienes a Allah como testigo. 
Algún día, tarde o temprano, recibirás tu recompensa, en este mundo y en el más allá.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Y no olvidéis lo bueno que hubo entre vosotros...


"Y no olvidéis lo bueno que hubo entre vosotros; Dios ve todo lo que hacéis."
(Corán, 2:237)

وَلَا تَنسَوُا الْفَضْلَ بَيْنَكُمْ ۚ إِنَّ اللَّـهَ بِمَا تَعْمَلُونَ بَصِيرٌ

(Wa La tansau L-faddla bainakum, inna Llaha bimá ta`maluna basir)

Estas son las palabras que Allah reveló para dar luz a la oscura pesadilla en la que puede llegar a convertirse un divorcio.

Ojalá todo musulmán y toda musulmana pusiesen frente a sus ojos esta grandiosa aleya cuando dan el paso de tomar caminos diferentes.

Lo sé, es triste. Una separación siempre va a ser triste. Es triste tener que tomar la decisión, es triste asumir que te equivocaste, es triste aceptar que no funcionó...

Pero más triste aún es olvidar y echar por tierra las veces que esa persona te hizo sonreír, las veces que esa persona te ayudó, las veces que esa persona compartió tu dolor y te consoló en los momentos más duros de tu vida.

Es triste que hoy le pagues con lágrimas y dolor.
Es triste que hoy te conviertas en un títere en manos de shaytan con el único objetivo de destruir a la misma persona a la que ayer le prometías lealtad ante Allah.

Es triste que hoy quieras mancillar su honor, es muy triste recurrir a las mentiras y la manipulación para regocijarte en su dolor...

Y no, no me parece una aleya triste. Me parece una de las más bellas. Porque su esencia, es la esencia del Islam: paz, respeto, tranquilidad, y sobre todo, bienestar común.

Ojalá llegue el día en que no nos dejemos cegar por la rabia y el dolor, y permitamos que sea la luz de la revelación la que guíe nuestros pasos en toda situación, por más triste que sea.

وَلَا تَنسَوُا الْفَضْلَ بَيْنَكُمْ ۚ إِنَّ اللَّـهَ بِمَا تَعْمَلُونَ بَصِيرٌ

"Y no olvidéis lo bueno que hubo entre vosotros; Dios ve todo lo que hacéis."
(Corán, 2:237)