martes, 7 de abril de 2020

Siempre.

Hace menos de diez días, ella escribía estas palabras en su muro, sin saber que hoy actuarían como bálsamo reparador sobre la herida que se ha abierto en todos los corazones que lloran su pérdida.

Y sí, tenía razón, ella nunca morirá en los nuestros, pues antes de marcharse nos ha dejado decenas de enseñanzas que nos acompañarán de por vida...

Que Allah nos haga despertar de la somnolencia en la que vivimos; ciertamente, si su partida no nos hace reflexionar y mejorar, significará que nuestras almas ya están más que preparadas para que se rece por ellas la oración fúnebre, pues será señal suficiente de que no queda vida en ellas.

اللهم ثبتنا حتى نلقاك

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